Bajo la lluvia y soportando bajas temperaturas, miles de hinchas esperan a que se abran las ventanillas del "Gigante de Arroyito" en busca de un boleto para presenciar el sábado el clásico entre Argentina y Brasil por Eliminatorias.
Desde el último domingo cambió la escenografía que rodea al estadio de Rosario Central porque cientos de simpatizantes del seleccionado argentino comenzaron a llegar para poder adquirir la entrada que los deposite en el partido.
Para soportar el frío y la lluvia, en una zona donde el viento se hace sentir al estar sobre el río Paraná, acudieron a la utilización de carpas y frazadas. También aparecieron las reposeras y el infaltable mate para entrar en calor. Y los baños químicos para evacuar las necesidades fisiológicas.
Los fanáticos llegan desde todos los puntos del país y la región cercana a Rosario. Como un señor de Alberdi, Tucumán, vestido todo de celeste y blanco que dijo: "Estoy muy tranquilo y contento, me vine con el mate y la frazada para hacer la cola", relató.
También desde Capital Federal se acercó un grupo de amigos: "Pasamos una noche muy dura, fría y con lluvia. Pero lo hacemos todo por el Diego y la selección. Con los muchachos hacemos el aguante para turnarnos un poco cada uno y no perder el lugar. Estamos esperando con todas las ganas el momento de sacar las entradas".
Pero lo más curioso fue la presencia de un persona procedente de la Siberia, Rusia: "Vengo de Rusia a ver el partido. Justo me tocó porque estaba de paseo por Argentina y no me lo quería perder, ya que es muy importante a nivel mundial este encuentro. Yo soy hincha del Spartak de Moscú".
El operativo de seguridad comenzará mañana desde temprano (la venta es a partir de las 9) para tratar de evitar inconvenientes, debido a que se espera una concurrencia mucho mayor a la que había hasta esta anoche.
Desde este martes a la mañana comenzó la colocación de un sistema de fenólicos montados en una estructura tubular sobre las boleterías de calle Génova que llegarán hasta la base de la torre de iluminación más cercana.
En total será un cerco de 120 metros, luego habrá una fila de 120 policías y una hilera de vallas comunes por espacio de unos 200 metros que tampoco alcanzarán para cubrir la demanda, ya que la fila de personas continúa por Cordiviola y da la vuelta por el Paseo Ribereño con una extensión aproximada de unas 5 cuadras que rodean el Gigante de Arroyito.
A raíz de este acontecimiento todas las líneas de colectivos (110, 113, 120, 129, 143 R, 143 N, 153 R y 153 N) deberán modificar su recorrido para el malestar y trastorno de los vecinos de la zona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario